El maíz nativo de México se enfrenta a la gran Agricultura Corporativa en batalla épica por la justicia ambiental, marcando así el camino para las acciones colectivas
Una batalla épica se está librando en los tribunales de México: una gran coalición de agricultores, científicos y defensores de los consumidores se está enfrentando a cuatro gigantes multinacionales fabricantes de agroquímicos y al gobierno mexicano para proteger al maíz nativo de la contaminación y modificación genética.
Para el pueblo mexicano, el maíz es una característica que define su patrimonio cultural, su historia y su gastronomía. El famoso poeta mexicano, Octavio Paz, ganador del Premio Nobel, alguna vez dijo que "el invento del maíz por los mexicanos es comparable sólo con el invento del fuego por el hombre".
Los pueblos indígenas de lo que hoy es México cultivaron las primeras variedades de maíz hace miles de años. Como principal ingrediente de las tortillas, tamales, pozole y de docenas de otros platos básicos, el maíz es el cultivo más importante del país en cuanto a la producción y consumo, y este año los mexicanos van a consumir alrededor de 44.7 millones de toneladas métricas. El maíz también figura notablemente como un factor importante en los debates con respecto al comercio y la inmigraciónentre Estados Unidos y México.
Sin embargo, a pesar de la enorme importancia del maíz nativo, en el año 2009 el gobierno mexicano comenzó a conceder permisos a las empresas multinacionales para cultivar un maíz modificado genéticamente. Los defensores del medio ambiente, de la salud y de la justicia social denunciaron dicha maniobra. En 2013, una surtida coalición compuesta por 53 personas y organizaciones no gubernamentales en representación de científicos, pequeños agricultores, apicultores, consumidores y activistas de derechos humanos se unieron para presentar una demanda judicial colectiva e innovadora para frenar el cultivo del maíz modificado genéticamente (transgénico). Su caso, La Demanda Colectiva para la Protección del Maíz Nativo de México contra la Modificación Genética, va a generar leyes fundamentales para la justicia ambiental y social en México.
La coalición de demandantes alega que la introducción de un maíz modificado genéticamente en la agricultura mexicana amenaza la diversidad e integridad de las variedades de maíz nativo, lo cual a su vez podría poner en peligro los medios de subsistencia de las familias de agricultores de bajos ingresos, de los pequeños productores y de los apicultores que dependen de la venta de maíz nativo y de sus productos derivados. También sostienen que el cultivo del maíz modificado genéticamente perjudica la capacidad de los consumidores, y del público mexicano en general, de seguir disfrutando de la gastronomía mexicana, con su infinidad de productos derivados del maíz — una tradición que la UNESCO ha reconocido como Patrimonio Cultural Intangible.
Los demandantes, en virtud de esta demanda colectiva, buscan una orden judicial que declare que la introducción a gran escala de maíz modificado genéticamente infringe la Ley Federal de Bioseguridad de Organismos Genéticamente Modificados de México de 2005, así como los derechos fundamentales a la alimentación y a la salud, y los derechos de los pueblos indígenas, e inclusive distintas leyes internacionales. La demanda también busca una orden judicial que prohíba la siembra de maíz modificado genéticamente y que rechace toda solicitud de permiso a futuro para el cultivo y propagación de dicho maíz. Los demandados son las empresas multinacionales Monsanto, Syngenta, Dow y Pioneer/DuPont, además del Secretario Federal de Agricultura y Desarrollo Rural, y el Secretario Federal de Medio Ambiente y Recursos Naturales.
Impact Fund se complace de haber concedido dos donaciones muy recientemente para apoyar esta acción colectiva a través de nuestra iniciativa de financiación Just Earth.La organización sin fines de lucroAlternativas y Procesos de Participación Social A.C., uno de los miembros de la coalición demandante es nuestro socio local en el caso.El director ejecutivo de la organización, Raúl Hernández Garciadiego, felicitó la acción judicial y la labor de la coalición demandante. "Ante la irreversibilidad de la contaminación transgénica que se causaría al patrimonio genético milenario, la protección judicial es ineludible para preservarlo para que las próximas generaciones puedan cumplir su derecho a la alimentación, a la salud y a un ambiente sano.”
Esta demanda colectiva es una de las pocas demandas orientadas a la justicia ambiental que se conocen y se han iniciado hasta la fecha y que fue posible gracias a la relativamente nueva ley de demandas colectivas en México. Como parte de las principales reformas judiciales y de las normas jurídicas, en el año 2012 México promulgó nuevos procedimientos legales que permitieron a ciertos tipos de demandantes presentar demandas legales colectivas en un tribunal federal. Muchas de las normas se modelaron a partir de los mecanismos de las demandas colectivas de los EE.UU., pero con algunas diferencias fundamentales. Solo ciertas entidades del gobierno federal, ciertas organizaciones sin fines de lucro y coaliciones de al menos 30 miembros pueden presentar demandas colectivas, y dichas demandas solo pueden alegar daños y perjuicios al consumidor, denunciar monopolios o daños ambientales. Debido a estas restricciones, se han presentado pocas demandas colectivas, lo cual significa que las decisiones que se tomen con respecto a La Demanda Colectiva para la Protección del Maíz Nativo de México contra la Modificación Genética,son cruciales para futuros litigios estratégicosde índole ambiental en México.
Pocos meses después de que se hubiera presentado el caso en un tribunal federal de la Ciudad de México, el juez emitió una orden judicial temporal que impidió la aprobación de futuros permisos para el cultivo de maíz modificado genéticamente. Hoy en día el caso se mueve con dificultad a través del sistema judicial mexicano. Hasta la fecha, las partes han presentado al menos 140 mociones, peticiones y apelaciones con respecto a diferentes aspectos del litigio, y discuten sobre más de 150 cuestiones legales discretas. Inicialmente, los demandados corporativos trataron de abrumar a la coalición demandante mediante costosas apelaciones y retrasos. Sin embargo, sus extremas tácticas de litigio no han agotado al colectivo, que ha seguido encausando el juicio sin preocuparse de amenazas nuevas o en curso a la biodiversidad debido a la decisión favorable del tribunal que impuso una prohibición a los permisos.
Este caso pionero está poniendo a prueba muchas cuestiones con respecto a las demandas colectivas en México. Al momento, las partes están litigando varias cuestiones individuales de procedimiento en el Tribunal Supremo de México y además están esperando una decisión trascendental por parte de un tribunal de apelaciones con respecto a su impugnación constitucional frente una decisión sobre el alcance del descubrimiento aplicable a demandas colectivas. También están involucradas en un largo proceso de recopilación de evidencia.
En el fondo, sin embargo, la demanda colectiva pretende reivindicar los derechos de todas las personas en México que consumen maíz. “Asentar un importante precedente judicial sobre los riesgo y daños que implica el uso de los organismos genéticamente modificados en la agricultura, biodiversidad y en la vida de los campesinos y consumidores,” dijo René Sánchez Galindo, el abogado principal del caso.
"Proteger el maíz nativo mexicano (o la diversidad genética del maíz) en su centro de origen de cualquier contaminación de OGM para garantizar su uso y disfrute de las generaciones presente y futuras de la humanidad.”
Los cambios de gobierno en México bajo el Presidente Andrés Manuel López Obrador, y de un congreso más progresista podrían representar nuevas oportunidades para la demanda colectiva. Algunos legisladores y administradores de ciertas agencias han indicado que están dispuestos a fortalecer la ley mexicana con respecto a los alimentos transgénicos. Conscientes de las dificultades inherentes a adoptar una nueva legislación y el poder e influencia de las corporaciones privadas que están siendo demandadas, los demandantes continuarán de todos modos con su demanda.
Impact Fund está muy agradecido de poder hacer frente junto con docenas de demandantes en esta poderosa demanda colectiva para garantizar los derechos fundamentales de todos los pequeños productores y consumidores mexicanos de maíz.
Si sabe de otros casos de litigio estratégico relacionados con la justicia ambiental en los Estados Unidos, Canadá y México, infórmeselo al Impact Fund.